Durante algun tiempo fui ingeniero mecánico en una fábrica. Tenía lo que muchos llamarían “un buen trabajo”, pero en el fondo vivía atrapado. Tenía un jefe que constantemente me menospreciaba, que me decía que no servía para nada. Pero lo peor no era eso: era sentir que mi tiempo, mis ideas, y hasta mi vida entera, le pertenecían a una empresa que decidía por mí.

Cada semana me cambiaban los horarios sin previo aviso. No podía planear nada. Mis días estaban marcados por el reloj de la fábrica, y mi salario apenas alcanzaba para sobrevivir. Sentía que el tiempo se me iba, y con él, todas las oportunidades de hacer algo distinto.

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Un día me cansé. No fue una explosión, sino una certeza silenciosa: “No quiero vivir así el resto de mi vida.” Ese fue el inicio de todo.

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Mi primer paso fue entrar a una red de mercadeo. No gané dinero, pero gané algo más valioso: disciplina, ética de trabajo, y la convicción de que existía un mundo distinto. Allí vi gente trabajando con fuerza todos los días, con hambre de crecer. Aunque muchos fingían resultados que no tenían, yo me enfoqué en absorber todo lo que pude. Aprendí a moverme, a vender, a comunicar.

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Pero mi verdadero punto de quiebre llegó cuando descubrí el mundo del setting digital. Comencé a trabajar como setter para una empresa, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que mis esfuerzos se convertían en resultados reales. No solo agendaba llamadas: también ayudaba a automatizar procesos con WhatsApp, y ahí descubrí mi habilidad para crear sistemas inteligentes que liberaban tiempo y multiplicaban resultados.

Los ingresos comenzaron a fluir. Pude pagar mis deudas, viajar fuera del país, y sobre todo, recuperar algo que había perdido por años: el control de mi vida.

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Hoy soy el creador de Tácticas Digitales, una empresa que ofrece software como Instaclick, formación de setters digitales, y automatizaciones con herramientas como ManyChat. Pero más allá de los productos, lo que más me llena es saber que estoy construyendo mi libertad financiera mientras ayudo a otros a construir la suya.

Mantengo mi energía alta porque conozco las posibilidades que se abren cuando entiendes cómo funciona el mundo digital. Lo que antes era frustración, hoy es propósito. Lo que antes era miedo, hoy es estrategia. Y lo que antes era un sueño, hoy es mi realidad.

 

Si tú también estás buscando un nuevo camino, estás en el lugar correcto.